jueves, 29 de abril de 2010

EDITORIAL DEL NUMERO 30 (30-04-2010)

“Hay hombres que luchan un día y son buenos, otros muchos días y son mejores, pero hay quienes luchan toda la vida, esos son indispensables”, decía Bertold Brech, y si bien la historia del siglo veinte y la histeria de este siglo hacen pensar que la frase ya está trillada, diríamos casi estrellada, es evidente que, en Patagonia y en relación con ella existen esos indispensables que le dan brillo al horizonte. Mary Zúñiga, ahí en ese espacio que es Provincia de Buenos Aires y que, por estar al sur del Colorado, también es, casi paradójicamente Patagonia; y tal vez porque del caos nace la belleza, de la frontera y la conjunción espacial nace la lucha. Más abajo, en el alto valle del Río Negro, aparece la imagen del Chelo Candia siempre al lado de los más débiles, como demostró en las Conversas (ver tinta 29) arrimando poesía y esperanza al asentamiento Villa Obrera de Fisque Menuco entre rumores de desalojo.
Y no es que queramos ponernos setentistas, no, si se trata de gente que vive (y, lamentablemente, también de gente como Julio López que luchó hasta desaparecer, como un cuento de magia y a la vez de terror, de esos que sólo el ser (in)humano puede concebir), gente que vive y lucha, hasta hacer el mar, como dice ese otro Julio, un poquito más nuestro que es Leite.
Y si de luchadores se trata este Tinta China, no podíamos dejar de homenajear a Vicente Zito Lema, que merecería muchos párrafos más de los que ofrecemos, hombre completo, de múltiples creatividades, con la humildad como pilar, la justicia como meta y la belleza como medio para llegar a lo más sensible del ser (esta vez sí) humano.
Sin las grandilocuencias, parafernalias, proféticas y hasta apocalípticas manifestaciones a las que no nos van a poder acostumbrar los medios de comunicación culturales y culturosos de la región y el mundo, Tinta China, entonces, rinde este pequeño homenaje a los que luchan, desde el que está en la fábrica, el (verdadero) campo, los que están en la friega, los intelectuales comprometidos y los que “hacen todo lo posible para que salga el sol”. Una mano más, hasta que cambie el mundo.

LA PASION SEGUN ZITO LEMA


Derecho de utopía.

Vicente Zito Lema aparece en los momentos importantes del Arte, del Derecho y de los sucesos intelectuales del país. Con fuertes vínculos con la historia patagónica pero también con la poesía surrealista argentina e incluso ocupando un lugar destacado en la psicología social.


Vicente, sus Derechos.

Las primeras incursiones de Zito Lema en los Derechos humanos, comienzan a principios de la década del 60, en el siempre convulsionado panorama político de esos años. Entonces, podemos decir que fue un pionero en este tema ya que, si bien como él afirma, los derechos Humanos fueron pisoteados durante toda la historia argentina, las luchas más emblemáticas se dieron a partir y después de la edad oscura del país (1976-1983). Es por eso que en varios reportajes, advierte que hoy se “suben al carro de los Derechos Humanos” personas e intereses que en momentos críticos no se manifestaban y que para los grupos de izquierda de aquellos años el tema no era una prioridad. Dentro de la historia de los estos Derechos se inscribe su nombre como abogado de presos políticos, entre ellos algunas de las víctimas de los fusilamientos de Trelew de 1972 (lo que lo vincula fuertemente a la Patagonia).
Es casi una obviedad comentar que tuvo que exiliarse durante la dictadura de 1976. Debió recorrer buena parte de Europa para finalmente radicarse algunos años en Holanda y volver en 1984.
Pero su pelea por los Derechos Humanos no termina nunca, lo que le valió distanciarse un poco de grupos que apuntan a esas reivindicaciones con miras sólo en el pasado. Zito Lema denuncia la mala fe recurrente de la actual democracia respecto de los DDHH. y el uso que hace el sistema para dirimir cuestiones de narcisismo y necias pujas políticas, cuando el tema reviste una importancia que parte desde una filosofía sobre el mundo.

Vicente y la poesía.

Es llamativo, Vicente Zito Lema fue uno de los primeros en ocuparse, desde la acción y desde la ley, de los Derechos Humanos. Derechos ignorados hasta el hartazgo por la república. Y, como afirmando una conducta que lo destaca, también estuvo al lado de otras negaciones. Hablamos ya (Tinta China 8), de Jacobo Fijman. Fue, justamente, Zito Lema quien en su trabajo en el Hospital de las Mercedes, luego Borda, se encargó de “resucitar” la poesía del gran poeta, darle un tratamiento adecuado y acompañar a Fijman, como un discípulo fiel y a la vez salvador, hasta su muerte.
Pero su amistad con Jacobo Fijman no es, ni mucho menos, su único ni su primer vínculo con la poesía. Ya en 1964 publica “Tiempo de niñez”. Siempre en la línea temática que lo apasiona: la justicia, los derechos humanos y lo político, le siguen, entre otros, “Blues, largo y violento” en 1971; “Rendición de Cuentas” en 1982, que tuvo prólogo de Julio Cortázar, con quién tenía contactos desde la formación en Holanda de la Comisión Argentina por los Derechos Humanos; “Mater” 1984 y “Razón Poética” en 1991. Por otra parte “Gurka”, recoge las secuelas de una guerra absurda en un unipersonal de excelente guión.

Vicente, sus revistas.

Cuando muy joven, Zito Lema trabajó para “Clarín”, “El Cronista Comercial” y “La Opinión”. La primera revista que dirigió fue la “Cero” fundada por él mismo en 1964, fueron los primeros trabajos en el área e la poesía y las artes los compartió con poetas y luchadores como Roberto Santoro, Miguel Ángel Bustos y con Juan L. Ortiz. . En 1969 la revista “Talismán”, que también dirige Zito Lema, revalora la figura de Fijman y sufre la censura de una de sus tapas. A partir de 1970 colabora, junto con Cortázar y Conti en revistas como “Liberación” y “Nuevo Hombre”. La revista “Crisis”, una publicación que es de colección y que aun hoy esclarece situaciones aparentemente coyunturales, contó con su colaboración y con su. Además publicó el libro “Conversaciones con Enrique Pichón Rivière”. Pero Zito Lema no es hombre de andar detrás de su obra pidiendo que hablen de ella. “Cultura y Utopía”, publicación de la Universidad de la Madres de Plaza de Mayo, fue la última revista que dirigió.

Vicente, sus telones.

Pero ¿por qué razón logra, tanto en su teatro como en su poesía, llegar a crear obras que no caen en el simple panfleto pseudo revolucionario en el que incurren otros militantes? Su explicación parte desde un punto sencillo y esclarecedor: no tiene familiares víctimas del terrorismo de Estado, su temprano vínculo con las luchas por Derechos Humanos se dio por vocación y por interés netamente personal, lo que le permitió siempre tomar distancia desde lo estético y desde lo político y lograr un fuerte trasfondo filosófico con personajes que poseen perfiles psicológicos atrapantes .
Entre sus obras de teatro se destacan: “Oratorio Mater” de 1989; “Lengua sucia, escenas de poder servidumbres y muerte” en 2000; “La pasión del piquetero” de 2005; y “La fusilación de Manuel Dorrego, Juan José Valle y Darío Santillán” de 2006.

Vicente, sus proyecciones.

Todo el trabajo, dentro y fuera del país, lo llevó a ser fundador y primer Rector de la Universidad Popular de las Madres de Plaza de Mayo. Título que lo inscribe en una parte importantísima y, ojalá, sustancial de la educación del país. Pero, este hecho no hizo que Zito Lema se convirtiera al oficialismo, sino que le otorgó un espacio ideal para realizar críticas al manoseo que la familia presidencial hace con el tema de las desapariciones y lo pone en un lugar destacado en las protestas y denuncias por la desaparición de Julio López y otras abominaciones hacia los derechos civiles.
Su relación con los presos y víctimas de la masacre de Trelew, se fortaleció con el correr del tiempo. Sobre todo a partir del trabajo de la recordada revista “Patagonia Poesía” de la que se hizo colaborador y de su relación con los obreros de la ex Zanón (hoy, por suerte, Fasinpa, fábrica sin patrón).
En Holanda no sólo fundó la CADHU, sino que llevó adelante obras de teatro y, en el juego de la retroalimentación, se interiorizó en la obra de Van Gogh de la que, podemos decir, es un experto.
Por si fuera poco, fue compañero de trabajo de Enrique Pichón Rivière, fundador de la psicología social en Latinoamérica.
Los verdaderos maestros son, siempre, maestros en humildad. Vicente Zito Lema no pretende ser precursor de nada, no exige reconocimientos ni títulos de héroe. Reclama sí, que temas muy importantes (como el Arte y los Derechos Humanos) dejen de ser tema exclusivo de unos pocos y que la sociedad toda tome riendas en el asunto.

Saber que seres humanos como Zito Lema, que ya pasó los 70 años de edad, sobrevivieron, existen y siguen peleando por un país más justo, nos anima y nos hace entender que, por muchas botas, fusiles, gaseosas importadas y petróleo de exportación impuesta, aún son posibles otra comunicación y una cultura más solidaria.

Mauricio Robles

MARY ZUÑIGA, LA TRABAJADORA



La fuerza de la poesía

Desde una pequeña localidad en el sur bonaerense Mary Zúñiga lleva a cabo una intensa labor de extensión cultural, que se ve plasmada en el Encuentro Bienal de escritores y talleres itinerantes en escuelas rurales del Partido de Patagones.

Villalonga es una ciudad encallada en el extremo sur de la provincia de Buenos Aires en ese límite en que los verdes pampeanos van mermando para darle espacio al amarillo tornasolado de la estepa. El desmonte voraz que se realizó en los últimos años produjo un fuerte cambio en los colores, cuando se atraviesa el pasaje La Querencia, aparece la sensación de que uno está, al fin, en el desierto. Los que hemos recorrido la eterna ruta tres no salimos inmunes de esta transfiguración. Es difícil detenerse, pensar, imaginarse Villalonga. Es uno de esos lugares donde no se sabe de qué lado de la tranquera estamos, rememorando aquella aguda observación macedoniana refiriéndose a la extensión de los campos. En la pequeña localidad (apenas supera los 6000 habitantes) se encuentra la Biblioteca Pública Presbítero Raúl Entraigas. Allí llego Mary Zúñiga a mediados de la década del 80.

Los rastros

Oriunda de San Carlos de Bariloche donde creció entre escapularios y tías bonitas. Dejó su tierra natal a los quince años para establecerse en el centro del Partido de Patagones. Afincada entre chañares y piquillines, sin acceso a medios de lectura, se las ingeniaba para leer los envoltorios de diario de la mercadería que provenía del pueblo. Pese a la adversidad pudo cultivar su amor por la literatura. Años después se verían los resultados de esa pasión.
Ya instalada en la zona urbana conoce la biblioteca del lugar. Le conceden el trabajo de secretaria frente al férreo compromiso de finalizar sus estudios. Con gran esfuerzo Mary se gradúa de bachiller e inicia los estudios de Bibliotecaria en la ciudad de La Plata.
El primer desafío que se propone es el de promover la lectura. Con campañas puerta a puerta incentivando a los vecinos que se acerquen a la Biblioteca, la cantidad de socios comenzó a crecer paulatinamente.
Frente al éxito de esta primera etapa la apuesta fue más fuerte: incentivar la escritura. Así nace el ya mítico Taller Literario “Cómplices de Sueños”. Desde sus inicios, integrantes del grupo han sido galardonados en certámenes nacionales e internacionales en más de cien oportunidades y fueron incluidos en gran cantidad de antologías. Pero la labor cultural de Mary fue por más. En 1992 realiza el Primer Encuentro Bienal e Internacional de escritores, que en 2011 espera por su décima edición. A lo largo de sus casi veinte años de historia han asistido autores como Jorge Boccanera, Ester de Izaguirre, Adela Basch, Jorge Spíndola, Cristian Aliaga y pintores como Duilio Pierri y Maggie de Koenigsberg. En cada ocasión estuvo acompañado por un concurso de poesía y cuento breve en los que participaron infinidad de autores de distintas partes del mundo.


Con los más chicos: entre la contención y la creación

El único requisito para asistir a su taller fue (y es) saber leer y escribir. A partir de esa premisa cualquier niño sin importar su condición social (siempre fue gratuito) tuvo su lugar. Y creo importante resaltar esto. En medio de una sociedad pequeña y pacata -Villalonga no escapa a aquella definición de los pueblos de J.L. Borges en la que los define iguales hasta en eso de creerse distintos- donde una cuota para realizar cualquier acción extracurricular asciende a una suma que sólo las familias más encumbradas pueden afrontar, una actividad gratuita de formación es un gran logro.
La humildad es sobre todo, lo que define la labor de esta trabajadora de la cultura. Así entre lo milimétrico y quijotesco, Mary ha sido galardonada por la provincia de Buenos Aires como la mujer más valiosa en el año 2007. Y Villalonga es hoy Capital de La Poesía.
Con los chicos como referentes y con el apoyo de un pequeño número de padres, Mary supo sacudir la siesta cultural del sur bonaerense.


Dante Sepúlveda

CHELO CANDIA Y SU RIGOR MORTIS


HISTORIETAS / CHELO CANDIA

Un brindis con la Parca

El documento dice que se llama Marcelo Gabriel Candia, nacido sobre el fin del invierno de 1968 en Allen, corazón del Alto Valle de la provincia del Río Negro. Pero fue a la vuelta de una esquina de esas calles de pueblo tranquilo, y tal vez escapando de un rin-raje, cuando encontró su verdadera identidad. Desde entonces es simplemente “El Chelo”.
Si se le pregunta su profesión dirá que es “dibujante”, lo cual es indiscutiblemente cierto, mejor dicho, relativamente cierto. Porque es también muralista, docente, escritor, productor y conductor radial, además de un enamorado de la poesía, lo que lo ha llevado a organizar desde 2004 el encuentro bienal (y binacional) “Conversaciones de Otoño”. Lo que se dice un hombre ligado al quehacer cultural.
Si se le pregunta adonde vive, dirá que es en Fisque Menuco. El nombre no figura en ningún mapa, pero es la denominación que los pueblos originarios le dieron a la hoy ciudad más importante de Río Negro: General Roca. Es que al Chelo no le gustan los genocidas, aunque estén instalados en la historia. Lo que se dice un hombre de ideas firmes, que no se doblega ante el poder.
Un ejemplo casero de ésta férrea voluntad, chiquito si se quiere, pero inconmensurable en sus resultados: Cinco días antes de comenzar las últimas “Conversas”, desde el municipio le quitaron el apoyo de varios miles de pesos por una actividad a la que consideraron poco conveniente, como visitar terrenos ocupados (Roca estará en acción pero de eso no se habla. Ver Tinta Nº 29). En esa circunstancia, y faltos de fondos, muchos hubieran suspendido el encuentro: Pero Chelo siguió firme y lo hizo, para beneplácito de los poetas y artistas plásticos, pero en desmedro de su menguado bolsillo (En honor a la verdad, vale decir que nada de esto hubiera sido posible sin el incondicional apoyo de Silvia, la del apellido difícil y dispuesta siempre a remar contra cualquier corriente adversa. La misma que cuando se dio cuenta que solos no podían, tuvo a Luca hace 7 años y a Mati hace 4 para ayudarlos).

JUGANDO CON LA HUESUDA
Valga este largo introito (si es que el uso del idioma determina una época, no queda duda que con éste término somos viejos) para presentar el último libro de alguien que es uno de los mejores historietistas de la actualidad, y quien “sino es más conocido a nivel nacional se debe a que reside en el «interior» de la Argentina”, como bien señala Alejandro Aguado en el prólogo de “Rigor Mortis”, tal el nombre del libro de Chelo publicado hace poco por ese gran emprendimiento patagónico que significa “La Duendes”.
Cuando se dobla el codo de los 40 (- no piensa que está usando demasiados arcaísmos, usté) uno empieza a pensar en serio en el tema de la muerte, nos dice este artista que tuvo que hacer un libro para alzar su voz sobre eso que siempre se susurra.

- Ay, no, disculpe pero yo libros de humor negro no le leo, vió. –Pero quédese tranquila Doña Rosa, que este libro de negro sólo tiene la presentación nomás.
Y es que Chelo no se ríe de la muerte, lo hace con ella, como quien se toma una cerveza con un amigo en cualquier bar. Y con ella no sólo comparte bromas, sino también reflexiones que mueven a pensar y marcan la cancha sobre el lado que juega el autor, como esas muertes yendo de un lado para el otro reclamándole a Bush por explotador o esa otra que afila su navaja detrás del Papa pronunciando un discurso contra el uso de preservativos en África, donde más de 25 millones de personas han muerto a causa del Sida. Reflexiones sin medias tintas.

MUERTE ANUNCIADA
Como los platos de un buen restaurant, que siempre parecen poco, después de leer este libro dan ganas de pedirle al autor que siga haciendo más y más ediciones. Pero quédese tranquila doña, que el mismo Chelo en el final se encarga de aclarar que algunos personajes como Margarita (la muerte natural), Parquito (el perro) y Beibibú (el bebé) “han sido muy bien recibidos por los lectores. Y por mí también. Creo que merecen algo más”.
Hablar del libro daría para mucho más, pero esta nota, como todas las cosas en el mundo, es finita (no doña, finita en el sentido de que termina, no por su tamaño), por lo tanto tiene que morir.
Requiestant In Pace.

Alfredo Giménez


Los interesados en adquirir su libro pueden conectarse con el autor a chelocandia@hotmail.com
Otros trabajos del artista, porque no sólo en la muerte piensa el hombre, pueden verse en chelocandia.blogspot.com

miércoles, 28 de abril de 2010

Chambao


Un estilo, un refugio.


Flamenco, sintetizadores, corazón y conciencia.


Chambao es una tienda de campaña improvisada para protegerse del sol y la brisa de la tarde en la playa y, además es el nombre de la banda andaluz de mayor proyección internacional del momento. Los ritmos, lenguajes e imágenes se fusionan de manera que los sentidos encuentran ese refugio tan necesario que cierta música suele transmitir. Y es que, el flamenco- electrónico, conocido como Chill out, está bastante lejos de la estridencia de la música electrónica a la que estamos acostumbrados. Escuchar Chambao es sumergirse en la conjunción de lo flamenco, lo árabe, la modernidad de las máquinas, las prolijas ejecuciones de percusiones y cuerdas: en caramelo refrescante para los oídos.


La historia tiende a ser prolífera

Si alguien quiso convencernos del fin de la historia, Chambao pone de manifiesto que las historias se codean, conversan, ululan en los aires, se cotejan y producen nuevas miradas empapadas de las miradas y las vivencias de la gente de España y el norte de África. En Chambao no hay espacios para la negación, sólo una mirada crítica, pero a la vez esperanzada y una búsqueda permanente de una vida con sentido, si, como dice una de sus canciones “muchas palabras se pierden en la ciénaga” la banda procura recuperarlas.

Su primer disco se llama Flamenco Chill, y en él participó Henrik Takkenberg, de Holanda. Fue un éxito en difusión y ventas en buena parte de Europa; con su segundo trabajo, Endorfinas en la mente, la banda se afianzó, sobre todo por la resonancia que provocó Ahí estás tú ; en el tercer trabajo, Pokito a poko, ya no queda más que La Mari de aquella primera formación, sin embargo la cantante y encargada de las letras, recupera y actualiza los aportes de sus antiguos compañeros.


Algo que decir


Si muchos están convencidos aún de que no hay prácticamente nada que decir, ahí se levanta el Chambao y entre los tejidos de músicas milenarias y máquinas de ritmo, nos habla de “Los muchachos de mi barrio”; los problemas cotidianos de los enfermos de leucemia, en el excelente “Mi primo Juan”; o bien el, lamentablemente, la siempre actual temática de los inmigrantes, balseros, ilegales que cruzan Gibraltar y terminan con sus “Papeles mojados” y sus sueños hundidos. Pero sobre todo las letras que compone La Mari, esa mujer que ganó una batalla al cáncer a fuerza de las puras ganas de vivir, esas letras son en realidad una reafirmación de la importancia de lo sentimental, lo espiritual, lo solidario y sobre todo un llamado a potenciar la capacidad de empatía del ser humano.


Un Chambao en la octava maravilla.


El año pasado Chambao realizó un recital, sin público, frente a las imponentes paredes del glaciar Perito Moreno. Si bien los temas son los clásicos del grupo y no existe, según La Mari, una intención ecologista, aclara que el escenario del glaciar debería hacer pensar al resto del mundo lo importante que es proteger, también, a los que están en el resto del mundo. Tal vez por eso quienes escribimos esta reseña, no podemos dejar de alertar sobre las intenciones de explotar minas de carbón en esa región, que afectarían seriamente al Perito Moreno y si bien no es la intención de este artículo hablar de este tema, nunca está de más comentarlo y tomar posición clara frente a esas ansias que tienen algunos por explotar (en el sentido de reventar) nuestros recursos naturales. En el recital cuyo DVD ya está a la venta, podemos ver a La Mari acompañada por Oliver Sierra (guitarra flamenca, bajo y tres cubano), Juan Heredia (percusión y batería), Ale Acosta (guitarra, programaciones, DJ y coros), Nita (coros), Tony Cantero (guitarra y coros), Toni Romero (teclados y coros) y Roberto Cantero (saxos, flauta y coros). El video está dirigido por Juan Manuel Jiménez.


Este año


Para 2010 Chambao promete, una vez más, regresar con todo. Entre los temas que ya están compuestos hay un tango, “Ojalá”, que es un homenaje a la naturaleza, y “Que me ilusiona”. Para finales de este año, entonces habrá otro refugio musical para salvarse del consumismo, los reggetones y las formulitas comerciales del mercado de hoy; un Chambao que vuela, a pesar del tiempo que estamos viviendo. Una tienda de campaña levantada a fuerza de sentimiento y de conciencia.


M.R.



Papeles Mojados


Miles de sombras cada noche trae la marea,
navegan cargaos de ilusiones que en la orilla se quedan.
Historias del día día, historias de buena gente.
Se juegan la vida cansaos, con hambre y un frío que pela.
Ahogan sus penas con una candela ponte tu en su lugar,
el miedo que en sus ojos reflejan la mar se echo a llorar.

Muchos no llegan, se hunden sus sueño papeles mojaos, papeles sin dueño Muchos no llegan se hunden sus sueño papeles mojaos, papales sin dueño

Frágiles recuerdos a la deriva desgarran el alma,
cala to´ los huesos el agua los arrastra sin esperanza.
La impotencia en su garganta con sabor a sal,
una bocanada de aire le da otra oportunidad.
Tanta noticia me desespera, ponte tu en su lugar,
el miedo que en sus ojos reflejan, la mar se echo a llorar.

muchos no llegan, se hunden sus sueño papeles mojaos,

papeles sin dueño muchos no llegan, se hunden

sus sueño papeles mojaos, papeles sin dueño.

Adelanto del próximo número

sábado, 24 de abril de 2010

CONVERSAS DE OTOÑO EN LA TOMA


Poesía escrita con chapas de cartón

Para el visitante, la ciudad de General Roca se muestra bella y limpia como una amante gozosa de ser habitada; ciudad que hoy, a las riquezas frutihortícolas que desde siempre le proporcionó el Alto Valle, le suma la incipiente actividad petrolera (“Pensé en cerrar, pero voy a aguantar un par de años más, porque dicen que para entonces esto va a ser tan grande como Neuquén” dice entre resignada y optimista la dueña del alojamiento). “Roca en acción” proclaman gloriosos los carteles que inundan la ciudad donde todo promete ser bello.

Pero unos kilómetros al oeste, por el lado que se va a Neuquén, y en donde el céntrico verde comienza a transformarse en tierra blanca de la meseta, aparece la otra ciudad. La Fisque Menuco como la llamaron los que habitaron de siempre la región. La ciudad de techos bajos y construcciones humildes, resignada a no aparecer nunca en los folletos turísticos.

Allí está Villa Obrera, un barrio de trabajadores nacido hace unas 4 décadas cuando la ciudad comenzaba a crecer, y a la que recién ahora (precedido de un derroche de campaña mediática) le llega el asfalto. Allí, en el corazón de ese enclave de trabajadores y en unos terrenos fiscales hasta donde hace poco sólo crecía la maleza, hoy se levantan precarias construcciones de chapa, cartón y plásticos transparentes como ventanas. Es La Toma. Un asentamiento protagonizado por hijos o nietos de aquellos primeros vecinos, que apenas quieren un espacio propio para sus familias.

DIGNIDAD

Deshilachadas banderas argentinas y hasta alguna que en otro tiempo fue azul y amarilla, sujetas a ramas de álamos coronan ese barrio, tan parecido en su pobreza como a los que se yerguen en las afueras de Trelew, Madryn o Comodoro. Tan iguales ellos en su dignidad de resistir el embate de las fuerzas del poder; que tenga el color que color que tenga será siempre el poder.

En la calurosa, casi veraniega tarde del viernes 16, sólo los perros corrían por el asfalto nuevo que separa el viejo barrio con este otro. Y entonces apareció una desorganizada marcha de variopintos personajes, rodeada de un enjambre de guardapolvos blancos corriendo de un lado a otro de la calle que dejaban cartones con palabras, retazos multicolores y dibujos colgando de árboles, puertas y alambrados: Eran los poetas y artistas plásticos que participaban de la cuarta edición de las Conversaciones de Otoño, acompañados por los chicos de 4º y 5º grado de la Escuela Nº 723, que unos minutos antes habían compartido poesías y experiencias con ellos.

Sobre el lado izquierdo de la calle, las persianas cerradas denotaban la siesta de los obreros que duermen el sueño de los que ya han cumplido sus mínimos sueños. En la vereda de enfrente, los que sólo tienen precarios empleos para mantener la dignidad, no hay techo que aguante el sol cayendo a pleno, ni tiempo para dormir entre trabajo y trabajo. Apenas, tomar unos mates antes de seguir levantando las paredes que mañana les permita dormir tan tranquilos como los de enfrente.

Y hacía allí fueron los poetas con sus palabras.

PALABRA POETICA

Un par de versos de alguno bastó para entrar en confianza y el mate empezó una ronda que por lo extensa nunca terminó. –“Nosotros no queremos ser ilegales, sólo queremos pagar estos terrenos de a poco”, comentó una de las mujeres del lugar, mientras otro pequeño grupo de mujeres y niños se acercaba a ver lo que pasaba.

Hombres, mujeres y niños con miradas que se humedecen al escuchar las palabras de Gelman, citadas por el poeta Miguel Martínez: “Así, con el dolor y la amargura sueñan,/ luchan, caen, vuelven a combatir, / por una valerosa verdad, / así trabaja la esperanza, la torturan y no habla”. Esperanza que se hace cada vez más fuerte ante la inminencia de un desalojo.

Por casi una hora, los poetas intercambiaron palabras y esperanzas con la gente del lugar. Y nadie quería irse, sino fuera por la insistencia del “Chelo” Candia que veía como pasaba el tiempo mientras en la escuela del barrio (ubicada a menos de 100 metros) esperaban las tortas fritas regaladas por los vecinos.

“Huevos blancos, huevos frescos, huevos castaños, venga a ver que no lo engaño” pasa entonces recitando con su megáfono el vendedor de la desvencijada camioneta. En esa tarde, cuando ya el cielo de la tormenta asustaba desde el oeste, los poetas comprendieron que allí la poesía respiraba viva, sin la necesidad de los pomposos vestidos que la revisten los academicistas. Porque la poesía también se escribe con chapas de cartón.

Alfredo Giménez

viernes, 23 de abril de 2010

ENTREVISTA A BRUNO DI BENEDETTO

“El escritor debe trabajar con
el lenguaje y el alma de su tiempo”



El poeta Bruno Di Benedetto, radicado en Puerto Madryn desde 1979, fue galardonado con el honor máximo del Premio Literario de Poesía Casa de las Américas, que anualmente se entrega en La Habana.
El certamen es el más prestigioso entre los países de habla hispana del Continente y uno de los más antiguos de la región. Este año celebró su 51 edición y en él participaron 436 originales de 22 países.


Depende el cartel que se mire la temperatura varía en dos o tres grados, pero lo cierto es que los primeros fríos pasan factura en la siesta trelewense. En un incansable trajinar que va del valle a la cordillera y de la meseta a Buenos Aires, Bruno Di Benedetto se hizo un tiempo para conversar. La cita es en el Touring. Mientras nos acomodamos, me comenta que tal vez la acústica del lugar no es la mejor, pero ambos coincidimos en que este bar escapa a las tendencias modernosas, y nos sentimos mejor en un mundo más antiguo y más firme.
Después de saludar a dos personas que se acercan para felicitarlo, enciende un Benson y cuenta cómo recibió la noticia.

- Dos días antes de que se conozca el veredicto recibí un correo electrónico de Víctor Redondo en el que decía que me preparara para una gran noticia. Pasé dos días muy interesantes. Algo me imaginé, pero mi sueño era alcanzar una mención, no más.
Hasta que el 28 de enero a las ocho de la noche me llegan las palabras de Roberto Fernández Retamar (Director de Casa de las Américas) confirmando que había ganado el primer premio. Fue una satisfacción muy grande. Una especie de convalidación de lo que venía pensando de qué hacer como poeta. No es un libro casual, llevó seis años de trabajo con muchas idas y vueltas, con dudas, con descubrimientos de mi propia poética que no conocía. Fue también un trabajo de investigación histórica para algunos de los textos, de investigación poética y de mi mismo, uno va creando personajes aunque tal vez los personajes hagan cosas que uno no haría.

-Desde Dormir es un oficio inseguro pasando por Country, tus libros anteriores, hasta las Crónicas hay un salto muy grande, estético y poético ¿cómo fue ese proceso?
- “Dormir…” es un libro con el que no estoy muy conforme. Fue un primer intento que me trajo una crisis con mi lenguaje, no reniego de todo el libro, pero esa experiencia me llevó a cuestionar y a dejar de escribir durante un tiempo. Es un proceso de aprendizaje.
Pero lo que considero bisagra es un libro de relatos, “vengan juntos”, un libro autobiográfico en donde experimenté distintos lenguajes. Estaba muy copado con el barroco caribeño y medio peleado con la sequedad del lenguaje patagónico, argentino o porteño, esa cosa tan mínima y tan seca. Hice el proceso de escribir, lo disfruté y a la larga llegué a ese equilibrio: ni tan barroco ni tan seco.
Esto de alguna manera produjo un quiebre en mi forma de trabajar, era la primera vez que me proponía un proyecto de libro, hasta el momento trabajaba con poemas sueltos.

- Trabajaste con una polifonía.
- Claro, ese es el otro punto. Tengo la necesidad de muchos registros de voces, hay muchas voces que hablan en mí que necesito sacar, esto me hizo recurrir a la poesía dramática, la lirica siempre fue una de mis opciones, y a su vez estuve trabajando el minimalismo, porque está todo actuando en mi. Yo creo que todavía estoy en ese proceso de una búsqueda de lenguaje, no sé si lo voy a alcanzar, pero lo que fascina es el proceso.

- Lo que entretiene es la búsqueda.
- Totalmente. También hay que ver que yo empecé tarde a trabajar firmemente en poesía, me dediqué mucho tiempo a la enseñanza lo cual me postergó, tal vez podría haber hecho este proceso 15 o 20 años antes.

- Hay una gran cantidad de poetas en la región ¿Cómo ves lo que está pasando literariamente en Patagonia, y fundamentalmente en poesía?
- Yo creo que la Patagonia es eminentemente poética. Parece que esa broma de que se levanta una piedra y aparece un poeta empieza a ser cierta, lo que es una gran noticia. Ignoro las causas de que haya tantos escritores trabajando en poesía en un territorio fundado en las narraciones y relatos. Es un proceso muy vital, puede ser que la suma de individualidades de los que escriben poesía en la Patagonia esté marcando la diferencia respecto al canon instaurado en los noventa y lo que va de este milenio. Me parece que nuestro aislamiento provocó nuevos procesos que no dejan de asumir todas las corrientes que funcionan, porque también somos bastantes cosmopolitas, pero se está generando algo que se recorta netamente de lo que se escribe en Buenos Aires y el resto del país.

- Volviendo a tu quehacer como creador ¿Quiénes son ineludibles a la hora de hablar de maestros o influencias?
Muchas y por etapas o capas. Tuve una gran influencia de la poesía francesa, principalmente del surrealismo, y sigo leyendo poesía francesa, un poco contra corriente de lo que está de moda, que es la poesía inglesa o norteamericana.
Un maestro absoluto para mi es Borges, esto no significa que lo siga. No es un gran poeta, es un gran narrador y un maravilloso pensador del lenguaje. Otro escritor que me influenció fue Roberto Juarroz por su trabajo sobre pensamiento paradojal. También Gelman y algunos amigos y contemporáneos como Spíndola.
Otro referente es Cesar Fernández Moreno, él decía que había dos tipos de poesía: una que era diamante y otra que era barro, y ubicaba su trabajo en esta última opción. Seguí mucho esta escuela, más que nada porque uno va conociendo sus límites y considero que un poema no es un fin en sí mismo, sino es un artefacto que tiene que provocar estado poético, no importa como. Por eso hay tantos estilos que funcionan. La gran diferencia es que hay algunos artefactos que caducan y otros que perduran.

- De tus colegas patagónicos ¿Cuáles son los que más lees?
Además de Spíndola, he leído mucho a Juan Carlos Moisés. Cristian Aliaga me parece un excelente poeta. También me interesó el trabajo de Niní Bernardello de Ushuaia. Graciela Cross de Bariloche. De Río Negro Liliana Campazzo, Silvia Castro. El problema es excluir, hay muchos que me gustan.

En este momento la grabación se interrumpe, aprovecho y cercioro de que la cinta esté funcionando. Bruno mira hacia arriba como buscando en su memoria algún autor que se le escapa. Pero el olvido suele ser una parte profunda de la memoria y se rinde.

-¿Estás trabajando en nuevos proyectos?
- Sí, en tres. Dos de poesía y uno de relatos, que sería la continuación de Vengan Juntos. Estoy trabajando un libro de poemas en la línea de Country, que se va a llamar Shopping. Y un segundo libro de poesía que me entusiasma mucho, que vi en un sueño, soñé el título, los personajes, cómo hablaban. Esto me hace ahondar en una investigación onírica en mi psiquis. Está apareciendo un lenguaje totalmente nuevo para mí. Pero por ahora es un proyecto, hay que ver cómo va a terminar, si va a terminar. En fin, voy escribiendo a medida que el tiempo me lo permite.

Y continua con su andar Di Benedetto, buscando el artefacto que produzca estado poético.

Dante Sepúlveda